Los suelos laminados son muy escogidos para el revestimiento de los salones y las habitaciones de una vivienda. Estos suelos son capas fabricadas tomando, como base, paneles de fibra de alta resistencia y densidad. Su colocación es muy sencilla, más incluso que en un parquet tradicional, pero todavía así necesitas conocer cómo colocarlo. Te explicamos cómo.
Cómo se realiza la colocación del suelo laminado
Una de las preguntas que más nos realizan, cuando los propietarios desean instalar este tipo de suelo, es: ¿Cómo puedo instalar el suelo laminado? Por ello, en esta entrada, te mostramos cómo realizar la colocación del laminado, sin fallos y con todo lo que debes tener en cuenta.
✔️ Aclimatación del espacio donde se van a instalar
En primer lugar, retiraremos los rodapiés de la habitación (si existen). Si existen desperfectos en esta zona, hay que repararlos para que la fijación del suelo y el rodapié sean más fáciles.
Por otro lado, retiraremos todas las tablas del antiguo suelo. También la moqueta si existe. En el caso de que se observen desniveles en el suelo, podemos arreglarlos con mortero o pasta, aunque si son demasiados es mejor extender una pasta autonivelante.
✔️ Colocar la base del aislamiento
La base se debe extender, dejando de 10 a 15 centímetros de sobrante por cada lado y que quede por encima de la línea del rodapié. Para el cubrimiento del suelo, necesitarás la colocación de varias tiras de base aislante. No pueden estar superpuestas.
✔️ Poner cuñas en la habitación
La madera se puede dilatar por los cambios del calor o la humedad, por lo que podrá ir aumentando o reduciéndose. Por lo tanto, se debe dejar espacio para que se mueva sin que se levante y colocar, entonces, cuñas por cada lámina que llegue a tocar la pared.
✔️ Colocación del suelo laminado
Empezaremos colocando la lámina en un extremo de la habitación, dejando en un lateral la junta de dilatación. La lengüeta estará junto a la pared. Así, poco a poco, colocando hacia el otro lado de la habitación el suelo, encajando todas las piezas.
El doble espacio de separación, el de cuña más el grosor del borde, será donde se colocará el rodapié. Comienza una lámina entera y, la siguiente, colócala encajando en el lateral y levantándolo a 45 grados. Presiona, hasta bajar, hasta escuchar el clic. Y, así, con todas. Recuerda que no debe existir ni un milímetro de separación entre las láminas. Si se ven juntas, la instalación no ha sido perfecta.
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